martes, 16 de octubre de 2012

RESEÑA: Mi vida sin mí


RELACIÓN DE LA PELÍCULA CON LA FOTOGRAFÍA.

La fotografía juega un importante papel en cuanto a la capacidad de trasmitir el gran cofre de sensaciones que esta película intenta irradiar de la forma más acertada posible:
 Los juegos de primeros planos: Con ellos las emociones y experiencias de los personajes se hacen casi presentes en la vida del espectador. Ejemplos de estos nacimientos de emociones pueden ser la cara que rebosa tristeza de la protagonista tras la historia narrada por su vecina o los gestos a cámara lenta que, el día de su muerte, contempla en sus hijas, en su vecina y en su marido.

La iluminación: el uso de claroscuros y de espacios con poca iluminación otorgan al filme un aura de intimidad y melancolía que envuelve a la protagonista en sus horas de vida.

Los espacios usados: Intensifican los diálogos y las experiencias de la protagonista (momento en el que Lee anuncia su amor queda intensificado al encontrarse frente al mar en el puerto, dándole a ésta un toque romántico pero con un fino velo de melancolía ante el amor imposible) Otro de los espacios y escenas a destacar se da en el comienzo de la historia; cuando la protagonista describe la sensación de libertad y vitalidad que la simple lluvia le trasmite.

 La composición de las escenas:  la intimidad queda plasmada perfectamente en cuanto al uso deliberado de escenas en espacios cerrados donde la protagonista puede pensar y sentir cada una de las cosas que necesita hacer antes de que su tiempo se acabe.
Las expresiones de los personajes: que denotan y trasmiten una perfecta sintonía entre la tristeza irremediable y la felicidad buscada.

 Los diálogos: enlazan perfectamente el uso de la razón con el sentimiento que , más que alejado de ella como típicamente se ha expuesto, brota de ese mismo intercambio de palabras al intercalarse entre ellas emociones alcanzables a todo tipo de espectador.


APORTACIÓN PERSONAL Y CONCLUSIÓN ACERCA DE LA PELÍCULA.

Delicada, entrañable y con un amargo toque de empatía esta película es capaz de crear grandes emociones con sutiles gestos (destaco la escena en la que, tras conocer el diagnóstico, la protagonista saborea con sus cinco sentidos un simple caramelo) y es capaz, por ello, de hacer surgir brotes de empatía que rozan tanto la tristeza y el dolor de una muerte prematura como la alegría y la felicidad del estar enamorado.

Su argumento, cargado de pasión y recubierto de emociones, es capaz de hacer pensar sin dejar en un segundo plano el sentir, algo peculiar que crea grandes sensaciones con resortes de pensamientos razonados que hacen de esta película una delicia tanto para el corazón como para la mente.
Las emociones de sus imágenes y sus impactantes pero al mismo tiempo dulces diálogos han provocado que la valoración de la vida sea uno de los puntos en los que me centre.

Cada gesto, cada acción, cada caricia, cada lágrima, cada sonrisa. Todo tiene un por qué, un hilo conductor al suceso que se está viviendo en el momento. Cada emoción un interruptor que, tras el argumento de esta película, me pregunto a quién le estará destinado encender o apagar en mí. Dueña de mis actos y esclava de sus consecuencias ¿cómo vivir un futuro mejor si no actúo hoy como si el mañana nunca llegara? ¿Cómo colmar de experiencias y conocimientos un presente que se arrepiente de su pasado? Vivir, única solución en la que me ha centrado esta sucesión de vivencias fugaces y sueños sin cumplir que narra la película.

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