Durante esta exposición las fotografías se me mostraban con dos aspectos resaltados: la tristeza y la melancolía.
Estos dos adjetivos son los que describen a la perfección la obra de Gervasio Sánchez. Su visión ( un tanto sensacionalista) de las actitudes frente a la desaparición de seres queridos y sus muertes son mostradas de forma directa y expresivas, logrando captar la atención más que por la fotografía en sí por la historia y el sentimiento que ésta oculta tras de sí.
No se podría hablar de una fotografía narrativa exactamente puesto que muestra objetos y los acompaña de textos para hacernos entrar en la historia de forma que la imagen cobre sentido.
A la hora de contemplar los retratos me percaté de la intención del fotógrafo en querer recoger en sus rasgos la tristeza y la propia agonía sufrida por las pérdidas. Aún así no me llegaron tanto como otros retratos por eso mismo, sólo eran retratos tomados de forma rápida, queriendo contar algo pero que no se logra captar del todo.
Al fin y al cabo si no hubiera sido por los pequeños enunciados y breves historias que acompañaban cada obra estas fotografías hubieran pasado ante mí como meras imágenes de investigación más que como arte en sí.
